viernes, 8 de diciembre de 2017

DESIGUALDAD LABORAL PATENTE

Siguen las camareras de piso, las populares 'kellys', con su reivindicación de mejores condiciones laborales y hasta con amenaza de huelga en fechas señaladas, cuando los últimos registros del mercado laboral ponen de manifiesto que no hay forma de reducir la brecha. Al contrario, es como si el desempleo se cebase con las mujeres: según las oficinas de los servicios públicos (antiguo INEM), el incremento del paro del pasado mes de noviembre se elevó a siete mil doscientas cincuenta y cinco personas, de las que doscientas ochenta y seis son hombres y seis mil novecientas sesenta y nueve, mujeres, o sea, el 96 %, a cuatro puntos de la totalidad. Estas cifras dejan el paro femenino en nuestro país en dos millones ocho mil seiscientas dieciocho personas.

Cifras que imponen y que revelan la magnitud de la brecha: por cada hombre sin puesto de trabajo, hay veinticinco mujeres nueves en paro. En un informe de la central sindical Comisiones Obreras, el nivel de desempleo de las mujeres en nuestro país se sitúa en un 57,8 %, es decir, casi dos puntos por encima del registro del año pasado en esta misma época. En noviembre de 2015, las mujeres en paro representaban el 54,9 % y en el mismo mes del año 2007, antes de la gran recesión, eran el 39,8 % del paro registrado. Es lógico que con estos datos sobre la mesa, la secretaria de Mujeres e Igualdad del sindicato, Elena Blasco, haya valorado que la brecha de género en materia de empleo es imparable. “Con estas cifras -afirmó- está claro que para las mujeres no hay salida de la crisis”.

Su argumentación se basa en que la precariedad laboral está caracterizada, entre otras cosas, por la temporalidad. La tendencia se va prolongando. Y así, el acceso al empleo se complica no porque sean muchas más las mujeres paradas sino que el empleo que se genera es para los hombres.

Ello confirma las conclusiones a las que llega el informe del Consejo Económico y Social (CES), titulado La participación laboral de las mujeres en España, entre las que destaca que éstas se encuentran cada vez más distanciadas de los hombres en lo que se refiere a mejorar tasas de empleo y desempleo. El más bajo empleo en las mujeres, según este informe, repercute en que las tasas de paro resultan, casi sistemáticamente, más elevadas, lo cual es indicativo de que las mujeres en el mercado de trabajo se ven afectadas por el paro con mayor frecuencia que los hombres.
Para el CES, las condiciones de trabajo son un factor determinante de la participación laboral de las mujeres en nuestro país. Se habla mucho de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres pero todo da a entender que sigue siendo un objetivo lejano, pese a los avances que se han ido produciendo. Tales condiciones se ven agravadas con los tipos de contratación, con la distribución del tiempo de trabajo durante la jornada laboral, con los salarios y ocupaciones en los respectivos sectores de actividad, de modo que, al final, se constata una notable desventaja en el ejercicio profesional femenino.

No es de extrañar entonces que la brecha salarial de género en nuestro país se aproxime al 15 % y que la pensión media de jubilación sea de setecientos cuarenta y tres euros al mes para las mujeres y de mil cientos noventa y siete para los hombres.

Lo dicho: la igualdad parece lejana.

No hay comentarios: