jueves, 22 de diciembre de 2016

REGALO NAVIDEÑO DE LA JUSTICIA EUROPEA



La sentencia, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), es un auténtico regalo de Navidad para todos aquellos que padecían las inconsecuencias de las cláusulas suelo. Cierto -y es lo inquietante- que la banca no está por la labor y como que no reintegrará cantidades de forma automática, seguramente a la espera de encontrar algún mecanismo de ingeniería financiera. Pero hay que estar tranquilos: seguro que la banca no descenderá a los suelos. Ni siquiera con el primer cálculo del impacto: el importe de la devolución ascenderá a cuatro mil doscientos millones de euros.
Lo cierto es que la resolución del Tribunal obliga a devolver todo lo generado por estas cláusulas desde el año 2009, cuando empezaron a reducirse los índices hipotecarios. Son miles de clientes o usuarios  los beneficiados. Quienes se han mostrado recelosos con la estructura y las instituciones de la Unión Europea, quienes seguro que en más de una ocasión se han cuestionado sobre su utilidad o han mirado aquéllas con distancia escéptica o indolente, acaban de encontrar una respuesta clara: el Tribunal de Justicia de la UE ha sido valiente y terminante al derribar justificaciones y elevar el nivel de protección de los consumidores, sobre todo ante los poderes económicos y financieros, tan acostumbrados a hacer negocios y, en muchos casos, a exprimir.
Que entiendan bien el valor de la sentencia antes de volver a poner en circulación prácticas que parecen concebidas para ingresar e ingresar sin importar las debilidades. Es que la banca no entiende de eso: la justicia europea, sí.

No hay comentarios: