martes, 20 de diciembre de 2016

MEJORAS, SÍ; PERO SIN DESLUMBRAR



Mejoran los índices de ocupación turística en el Puerto de la Cruz: durante los diez primeros meses del año que declina, setecientas cuarenta mil ochocientas noventa y cinco personas se alojaron en sus establecimientos, un 75,9% en números relativos, trece puntos por encima del mismo período de 2015.
Los datos fueron publicitados por el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso; el alcalde portuense, Lope Afonso; y otros responsables. Aprovecharon para dar a conocer los resultados de la iniciativa “Puerto de la Cruz, parte de ti”, gestada para reposicionar la ciudad como destino turístico de elevado atractivo e incluida en un plan de márquetin, y se congratularon, claro, de vientos tan favorables. Dicen que la iniciativa ha llegado ya a unas setecientas mil personas, más o menos la misma cantidad que visitó la ciudad entre enero y octubre del presente año. Habrá que medir, en su momento, las repercusiones.
Porque ahora se trata de seguir analizando causas que inciden en la coyuntura de bonanza, que los comerciantes, por cierto, no terminan de ver, prolongando de esa manera el lamento que les caracteriza. La cuestión estriba en contrastar si se ha fidelizado la clientela, es decir, si se han hecho cosas como para confiar en que quienes ahora nos han visitado, especialmente por primera vez, se han guardado una buena impresión y se han quedado con las ganas de volver.
¿Le han satisfecho los servicios, se han encontrado a gusto, han valorado el estado de la ciudad, han paseado a gusto, les han parecido estimables la accesibilidad y el transporte, han echado en falta instalaciones básicas como una estación de guaguas, han apreciado la seguridad como un bien primordial, se ha correspondido su gasto con lo que le han ofertado? Deberíamos conocer respuestas para saber si se va a seguir creciendo, un hecho que no solo interesa desde el punto de vista cuantitativo. Porque, que sepamos, el aumento de los precios -algunos justifican la medida para ganar en competitividad- debió servir para mejorar, innovar y cualificar prestaciones, y si nos apuran, hasta para generar empleo.
El Puerto es un destino diferenciado. En ese sentido, tiene que cuidar sus valores, los que ha atesorado a lo largo de decenas de años. Y tiene que rellenar vacíos y carencias. Está bien lo de mostrar la ciudad desde los sentidos y los sentimientos pues con ello se implica a los profesionales y la ciudadanía. No es ningún descubrimiento pero es positivo revitalizarlo. Y esta es, teóricamente, una buena coyuntura para hacerlo.
Sin dudar de las estadísticas, que en el fondo revelan una recuperación, hay que esmerarse y optimizar los recursos. La sensación que queda, en ese sentido, es que no deben deslumbrar ni autocomplacer pues aún hay mucho por hacer y mejorar.
Y lo saben.

No hay comentarios: