jueves, 15 de diciembre de 2016

LA ÑAMERA, UNA ASOCIACIÓN MEDIOAMBIENTAL



“Somos un grupo de vecinos del Puerto de la Cruz. Queremos concienciar a los vecinos, autoridades y empresarios del municipio de los daños para la salud que genera la contaminación acústica en nuestro pueblo”.
Así se presenta la Asociación Medioambiental La Ñamera, surgida para mejorar las condiciones de vida de los portuenses a partir de la efectiva regulación de actividades y del respeto del cumplimiento de las ordenanzas. Dejan claro que “no estamos en contra de la actividad económica ni de la creación de riqueza pero sí debe controlarse el impacto medioambiental que producen, evitar molestias innecesarias y controlar la ocupación de la vía pública”.
Por lo que relatan sus promotores, pretenden un largo recorrido. Que no ocurra como con otras asociaciones que nacen y no crecen, que se agotan después de una aparición digamos que impetuosa. Deben estar muy convencidos, por tanto, de lo que pretenden. Y, sobre todo, ser conscientes de que están ante una causa noble que merece afanes y que chocará con algunas incomprensiones y no pocos intereses. En ese sentido, en efecto, a quienes deben convencer es a agentes sociales: es posible el ocio, es posible la diversión, pero en unas coordenadas debidamente reguladas y aceptadas por todos.
Que sepan que el problema no es sencillo. Desde hace tiempo hay una situación de vacío, de permisividad, de justificaciones y de soluciones difícilmente satisfactorias. Algunos intentamos, hace años, aquel ‘pacto por la noche’ que favoreciera el derecho al trabajo y a la diversión con el derecho al descanso. Se requería voluntad y disposición para llevar a la práctica las estipulaciones de ese pacto con el fin de hacerlo sostenible. Bueno, digamos que quedó en el intento.
Ahora, los promotores “La Ñamera” tratan de sensibilizar y de acabar con una serie de vicios y de comportamientos inapropiados. Es muy importante que tengan una visión lo más amplia posible del problema y de los espacios donde quieran operar. Es decir, que no sea un solo núcleo o sector o distrito. En el Puerto, el ocio -principalmente, nocturno- ha evolucionado en forma y fondo, pero también se ha desplazado. Desde Martiánez al centro, por ejemplo. Pero han surgido otros núcleos, como La Paz o cercanías de Plata Jardín que también requieren de tratamiento.
Es una cuestión de cultura cívica. Y de usos sociales. Por eso se recomienda una comunicación permanente y un contacto con los actores sociales y dirigentes vecinales, por ejemplo. Hasta con madres y padres de alumnos. Que no olviden una cierta propensión didáctica o pedagógica. Porque para recoger frutos, hay que pensar en el medio y largo plazo.
Suerte.

1 comentario:

Lhorsa dijo...

Recordamos el 'pacto por la noche'