viernes, 11 de noviembre de 2016

NI EL BREXIT...

Londres, la World Travel Market (WTM), la feria de las ferias, no iba a ser una excepción. Ni el ‘Brexit’ puede con las previsiones, que siguen siendo de crecimiento. Y así, el presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso, ha anticipado dos fases de ese aumento: primero, la presente temporada invernal, que se prolongará hasta marzo del año próximo, registrará un incremento del 22,5% en el volumen de plazas de llegada por avión desde el Reino Unido, lo que en términos absolutos significa casi ochocientos treinta mil visitantes. Y luego, pensando en el verano de 2017, ese volumen oscilará entre el 18 y 20%. Las expectativas, por tanto, son casi inmejorables: las frecuencias aéreas se verán potenciadas, principalmente desde el aeropuerto de Londres-Stansted.

Si se cumplen las estimaciones, Tenerife alcanzaría, a finales del presente año, una plusmarca de turistas ingleses: más de dos millones de personas, un 20% más, lo que confirmaría la relevancia de este mercado en la oferta insular, una cuota del 46,81% del total de británicos que viajaron a Canarias el pasado año.

Las apreciaciones de las compañías aéreas y los turoperadores confirman que la fortaleza del destino es notable y que, pese a las incertidumbres políticas, económicas y sociales, los británicos, a la hora de escoger un destino vacacional, tienen en cuenta los factores que lo caracterizan. Cabe pensar en eficaces soportes promocionales pero es evidente que las coyunturas y las amenazas que sufren otros países competidores sugieren una mayor seguridad entre quienes buscan una relajante orilla de descanso. La estrategia a seguir, entonces, es bastante clara: cuidar y cultivar los valores, innovar y cualificar lo necesario, vectores indispensables para que esa oferta de mayor capacidad aérea se corresponda con una demanda creciente de plazas. Y si se quiere, un elemento añadido como objetivo: la fidelización. Puede que, de cumplirse estas previsiones, estemos asistiendo a un silencioso proceso de repetición de viajeros, con la particularidad de que ahora, ante más facilidades y más opciones, puede expandirse con mayor proyección.


Claro que hay hechos que no deben enturbiar ni sembrar adversidades que desnaturalicen las bondades de la oferta. Por ejemplo, las imágenes de las goteras y filtraciones inundando parte del edificio terminal del Aeropuerto Tenerife Norte Los Rodeos, como circularon tras la pequeña tormenta del pasado fin de semana. El daño que pueden causar es de altos niveles, luego se pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de un mantenimiento constante de infraestructuras y servicios públicos. Posiblemente, nada incomode y haga recelar más a los clientes que la inseguridad y las deficiencias que adviertan en las disfunciones. Hablar a estas alturas del vértigo de las redes para difundir imágenes -digamos- negativas resulta ocioso. Todos los encantos y todos los atractivos resultarían pocos o insuficientes, sobre todo cuando se va a remolque y se quiere reparar ese daño derivado. ¿Recuerdan aquel sistema boca-oído, tan directo para divulgar excelencias tras llevarse una favorable impresión? Pues ahora, con los recursos de nuestros días, multipliquen.

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