sábado, 24 de septiembre de 2016

PURA POESÍA VISUAL

Una nueva entrega de Cuatro lunas, esa iniciativa de la Brigada del Arte, una plataforma cultural del Puerto de la Cruz que pretende acercar el arte al gran público, dinamizarlo desde recintos abiertos al exterior, otorgando a los creadores la posibilidad de explicar su obra en un diálogo abierto y sin formalismos.

La ‘ruta lunática’ tenía esta vez una estación en el Castillo San Felipe donde quedó se inauguraba -ni un solo miembro de la cen orporación municipal presente, por cierto- la exposición “Collige, virgo, rosas”, un tributo artístico a la belleza femenina, en particular a su juventud. Las sensaciones y las sugestiones se multiplican -sin importar el orden de los factores para obtener un admirable producto- para poner de relieve la sin igual naturaleza de la mujer, sus cualidades, su versatilidad, su misterio, su lozanía…

Lorena Martín, comisaria de la exposición, lo plasmó de manera muy elocuente: “Sus creadoras comparten así, en lienzo y carne, el común denominador de haber parido, y casi sin dolor, pura poesía visual”. En la planta superior del recinto, tres ilustradoras, Lucilla Bellini, Ana Martín y Silvia Watercolor, que componen un ‘collage’ pleno de atractivos. Y abajo, Paola Rivero, Émili Bermúdez, Mimí Mitsou y Unbekannten, con sus imágenes de técnicas combinadas entre fotografías e ilustraciones digitales, hablando “de melancolía, de un mundo onírico, del ensueño, de romanticismo y de misterio; pero también de fuerza, ligereza y frescura, de femineidad sin juicios ni tapujos”, según atinada descripción la fotografía de la propia comisaria.

La exposición tiene un complemento sobresaliente en las dos salas de acceso al Castillo donde se puede contemplar las obras de Nati de la Croix y Zebenzui Armas, ganadores de la segunda edición del proyecto Ponle cara, incluido en Cuatro lunas, los artistas mejor puntuados que reciben como premio la exhibición de sus trabajos en esta convocatoria.

Una alusión obligada a Lucilla Bellini, autora del cartel anunciador, tan lleno de matices, una obra más en la amplia colección; y a Naira González, creadora de una original y espinada señalética en algunos cuadros, concebida como arte sobre papel para quebrar tópicos e invitar a completar la visualización.

Collige, virgo, rosas” es el fruto, bajo las raíces de un tópico literario, de siete miradas femeninas sobre un poema visual, al que no falta la simbología de pétalos y espinas de rosas que adornan el suelo del recinto, acaso el esplendor y la caducidad de la belleza femenina, un carpe diem para contrastar que la poesía visual existe.


Esta es la prueba.

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