martes, 19 de julio de 2016

CUENTAS BANCARIAS CANCELADAS



Un millón de cuentas bancarias canceladas por carencia de Documento Nacional de Identidad (DNI). Se dice fácil. Pero la Ley de Prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo era tajante y las consecuencias se están contrastando ahora. En 2015, había 71 millones de cuentas corrientes en nuestro país pero aún no se dispone de cantidades exactas, sobre el programa de cancelaciones: hasta es probable que sean dos millones de cuentas  En Canarias, algunas informaciones apuntan que han sido más de cincuenta mil las cuentas canceladas.
         Todo da a entender que un cúmulo de circunstancias pone al descubierto los efectos de un trámite legal: hay un desinterés por la carencia de fondos, está el problema de los ancianos con dificultades para operar, los fallecimientos no comunicados. Además, los inmigrantes y clientes que han cambiado su lugar de residencia. A ello cabe añadir la existencia de cuentas con productos asociados que revisten dificultades de diverso tipo, desde tarjetas que no se utilizan a valores o planes de pensiones, muchos de los cuales ni siquiera tienen saldo a favor.
         No andan los ciudadanos sobrados de recursos, de manera que llega a sorprender que haya tantas cancelaciones. Con el dinero no se juega y es difícil desentenderse cuando indispensable resulta para el sustento diario. Habrá que aguardar los totales y los destinos del dinero no reclamado de las cuentas canceladas, aunque la Ley tenga previsiones al respecto, incluso desde el punto de vista de tiempo de custodia y opciones de reclamación.
         Pasado ese tiempo (veinte años, si no estamos equivocados), es fácil deducir: devolución a Hacienda. La vida sigue igual.

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