jueves, 1 de octubre de 2015

REPUNTE DE LAS AGENCIAS DE VIAJES

Hay que alegrarse del repunte que parecen experimentar las agencias de viajes, uno de los sostenes del negocio turístico, castigado también por la crisis que se ha llevado por delante no pocas empresas, algunas de medio de vida familiar y otras de reducida dimensión.
En el foro promovido por la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE) se ha tratado el asunto con moderado optimismo por los participantes. Este subsector concreto de las agencias se va recuperando paulatinamente, tal es así que puede hablarse de pequeños establecimientos que han sobrevivido y de otros, de igual condición, que van surgiendo en cualquier parte, no obligatoriamente destinos turísticos.
Hay que alegrarse por los puestos de trabajo que se salvan o se crean. A pesar de que las fórmulas preparatorias de viajes y desplazamientos han cambiado notablemente, a partir de la ampliación de negocios y de la implementación de nuevas tecnologías, las agencias tienen que seguir siendo útiles. No puede ocurrir, además, que la bonanza del sector turísticos en general, con cifras de récord, no se viera reflejada también en las agencias, algunas de las cuales, en determinados destinos, labraron y consolidaron una merecida fama de solvencia en la prestación de sus servicios.
En el encuentro empresarial de ACAVE, se ha hablado de perspectivas. Así, las agencias de viajes prevén cerrar el ejercicio del presente año con un incremento de facturación del 8%. Todo da a entender que estamos ante un nuevo ciclo que debe significar más oportunidades para las agencias, muchas de las cuales han demostrado tener casi tan buena cintura como la de los grandes grupos verticales. Ganar la batalla de la venta directa parece ser el gran reto de las agencias convencionales o tradicionales.
Ese, y el de la especialización pues se trata de un valor añadido en los tiempos que corren, cuando las exigencias de viajeros y clientes se han incrementado dependiendo su accesibilidad a la información y de la capacidad de penetración de las vías promocionales. Teniendo en cuenta que en nuestro país el mercado está muy atomizado, con un 70% de negocios que funciona con un nivel de empleados entre seis y diez efectivos, los agentes de viajes deben seguir esforzándose en la captación y en la oferta de servicios potentes que merezcan la confianza de los consumidores.
En cualquier caso, es una buena señal que las agencias remonten el vuelo. Tan solo para contrastar que sus yacimientos de empleo no se han agotado.

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