sábado, 6 de junio de 2015

LA LONA DE MARRAS

El Cabildo Insular de Tenerife incluyó la actuación en un plan de embellecimiento orientado a una mejora paisajística, principalmente en aquellas zonas más transitadas y deterioradas. Es una positiva intención, aunque resulta inevitable relativizarla porque, como ya dejamos escrito (el 22 de mayo pasado), la instalación significa, en sí misma, que se demora o prolonga  la solución definitiva.
            Entonces, la lona de marras sigue generando controversias, la última durante la mismísima campaña electoral, cuando los candidatos de Coalición Canaria y Partido Popular discutieron a propósito del último (?) trámite sobre la titularidad del suelo para poder acometer el proyecto de reconstrucción. Se trata de una gran serigrafía que envuelve la edificación de la antigua e inservible, por ruinosa, estación de guaguas, cerrada desde 2010. El presupuesto de su elaboración e instalación se elevó a treinta y seis mil euros, cantidad que, presumiblemente, será ampliada como consecuencia de la necesidad de una instalación suplementaria. El tendido serigráfico está confeccionado con doscientas treinta y cinco fotografías extraídas de un concurso público convocado por ‘Turismo de Tenerife’ y la marca ‘Puerto de la Cruz Experience’.
            Los responsables tienen que estar al tanto del rechazo que la lona de marras está generando entre los portuenses y en las redes sociales. Es curioso, porque quienes en principio aceptaban el mal menor (“para lo que se veía y como estaba, al menos así” (sic), han terminado viéndose desbordados por los más intransigentes (“ya está bien, eso solo sirve para camuflar las  vergüenzas y la desidia” (sic), con lo que las buenas intenciones de la iniciativa saltan hechas añicos. Basta leer comentarios en ediciones digitales y redes de ciudadanía para entenderlo. Hasta los ciudadanos son quienes han aportado las fotografías, dice una de las quejas.
            Total, que entre el impacto visual y la cada vez más extendida creencia de que estamos ante otro parche que anticipa una prolongación de la solución estructural para la estación de guaguas, puerta de entrada y salida al municipio, lo que se genera es un creciente malestar. El Puerto de la Cruz necesita con urgencia esa infraestructura, como necesita también una sacudida general en el mantenimiento y conservación de sus espacios públicos, de sus vías, plazas y zonas ajardinadas.
            ¿Para qué hablar de gozosos anuncios hechos hace años sobre la inminencia de la ejecución de proyectos, entre ellos el de la misma estación? Solo serviría para decir que sus presupuestos están desfasados y hay que actualizarlos.

            ¡Cuánta frustración! 

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