lunes, 11 de mayo de 2015

CONECTIVIDAD MEJORABLE

Es llamativo que los medios especializados destaquen los factores que sitúan a España, por primera vez, en cabeza del denominado Índice de Competitividad Turística de viajes y turismo, por encima de Francia y Alemania; que nuestro país aparezca en ese estudio del Foro Económico Mundial (FEM) en el décimo puesto de la clasificación de infraestructuras marítimo-portuarias y en el duodécimo de los aeropuertos; y que esa secular reivindicación del Puerto de la Cruz de un puerto comercial y deportivo (hasta para cruceros, dicen) siga siendo el recurso de muchos habitantes y agentes sociales para revitalizar el destino turístico.
         Es llamativo cuando se ha sabido que Tenerife ha reducido su conectividad con aeropuertos peninsulares en un 39%. Los datos son significativos: en 2009, desde la isla se podía conectar con veintitrés aeropuertos peninsulares por medio de rutas operadas por once compañías; y en 2014, el número de aeropuertos bajó a catorce (o sea, un 39%), operando tan solo seis aerolíneas. Recordemos que el mercado peninsular sigue siendo el más importante para Tenerife, registrando el 20% de la cuota de capacidad aérea ofertada. El empresariado indica que la crisis económica y el encarecimiento del importe de los billetes de avión son factores determinantes de la notable caída.      
         La conclusión es clara: si se quiere recuperar el mercado turístico nacional, ese que salva temporadas, no hay otra opción que incrementar los vuelos directos con diferentes destinos y emisores peninsulares.
         Es cierto que las cifras del primer trimestre del presente apuntan una incipiente recuperación, al superar un 6,5% después de una tendencia positiva de varios meses. Se supone que para prolongarla será necesario incentivar el mercado, mediante las fórmulas promocionales más adecuadas, y establecer convenios con las compañías. Sabido es que las campañas de verano dependen mucho de las tarifas aéreas.
El presidente del Cabildo Insular de Tenerife, Carlos Alonso, destacó en cierta ocasión que, en las convocatorias promocionales a las que acudía, los ejecutivos, los empresarios y los profesionales del sector le preguntaban por el estado de los establecimientos hoteleros, la seguridad o la operabilidad aérea, casi nunca por nuevas rutas marítimas desde nuevas infraestructuras. Es natural, a la vista de la pérdida de la oferta: el movimiento del aeropuerto Tenerife Sur ‘Reina Sofía’ alcanzó en 2009 un 74% de vuelos de tráfico de escala. Ese año tenía establecidas veinticuatro rutas directas. Hoy en día se han reducido a quince.
Como es lógico, igualmente, que se estudie a fondo un cambio de tendencia apreciado desde hace unos siete años en la modalidad de viaje escogida, cuando los vuelos ‘charter’ en ese aeródromo representaban un 10% que ahora mismo se ha quedado en un 3%. Ello apunta un nuevo modelo turístico, una evolución consistente en que los turistas han pasado de utilizar paquetes promocionales ofertados por turoperadores o agencias de viajes y hacerlo de forma individual. Las nuevas tecnologías y las aplicaciones digitales tienen mucho que ver con eso, seguro.
En fin, que la conectividad aérea es manifiestamente mejorable. Y un objetivo común, por cierto.

   

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