sábado, 21 de marzo de 2015

AFLORA LA CONTROVERSIA DEL BOTÁNICO

Los presupuestos planes de privatización del Jardín de Aclimatación, popularmente conocido como Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, han reaparecido. No han concluido las obras de ampliación pero ya se habla de privatizar servicios. Las consignaciones en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de varios ejercicios no han sido enganche suficiente para impulsar y materializar aquéllas y se vuelve a especular con la posibilidad de hacer una o más concesiones administrativas.
        Habrá que aguardar a conocer con exactitud el alcance de esa operación. La titularidad del recinto corresponde a un departamento del ejecutivo autonómico y es preciso concretar si son los servicios de cafetería o similares los que pasarían a manos privadas (el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, desde luego, no tiene camareros ni personal especializado para esos menesteres) o la iniciativa es de mayor calado, donde entonces mucho habría que decir.
        Hay antecedentes. En septiembre de 2005, cuando ejercíamos tareas de concejal en el Ayuntamiento portuense, ya en la oposición, el Grupo Municipal Socialista presentó una propuesta para garantizar la gestión pública del Jardín. Su texto era el siguiente:

“Algunos medios de comunicación se han hecho eco a lo largo de los últimos días de la posibilidad de privatización del Jardín Botánico, enclavado en nuestro término municipal.
Se trata de un recinto de profundo valor histórico y científico cuya gestión corresponde a la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias.
El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz cedió hace unos años unos terrenos colindantes con el destino finalista de la ampliación del Jardín, hecho consignado en algunos ejercicios presupuestarios de la Comunidad Autónoma de Canarias aunque no materializado completamente.
El Jardín Botánico debe constituir un recurso primordial no sólo de conservación e investigación sino un soporte promocional que contribuya a la proyección turística del municipio.
En ese sentido, hay que esmerarse en la consecución de su ampliación, negociando ante quien proceda la agilización de los proyectos correspondientes.
Las características de este recinto, por otro lado, aconsejan que siga siendo de titularidad pública, incluso en lo que a gestión se refiere.
En consecuencia, se propone que el pleno adopte acuerdo del siguiente tenor:
1º Trasladar al Gobierno de Canarias la oposición a que el Jardín Botánico del Puerto de la Cruz sea privatizado, siquiera parcialmente.
2º Solicitar al mismo Gobierno de Canarias que agilice los proyectos previstos para la ampliación del Jardín Botánico, asegurando su realización en el horizonte temporal 2006-2008.
3º Facultar al alcalde-presidente para que disponga lo que sea procedente con el fin de producir y ejecutar el acuerdo adoptado.”

El acta de la sesión señala que “sometido a votación el referido dictamen, una vez debatido el asunto, fue rechazado, por mayoría (8 votos a favor de su aceptación de los concejales del Grupo Municipal Socialista, 11 votos en contra de los concejales del Grupo de Coalición Canaria y del concejal no adscrito D. Luís Gómez Pérez, y 2 abstenciones de los representantes del Partido Popular). En consecuencia, el Excmo. Ayuntamiento Pleno acuerda, por mayoría, desestimar la propuesta anteriormente transcrita del Grupo Municipal Socialista”.
El debate aportó una vertiente interesante, válida incluso para contrastar la voluntad y la visión política. El alcalde-presidente de entonces, Marcos Brito Gutiérrez, asumió -solía hacerlo- la negativa de su Grupo y anunciaba la recuperación de una iniciativa consistente en promover la declaración del Jardín Botánico como Patrimonio de la Humanidad. Replicamos -figura en el acta de la sesión- ofreciendo “nuestro apoyo ciego” a esa iniciativa. “Esperamos con ello no incurrir en excesos o que no incurran otros en excesos”, dijimos antes de rematar: “¡Qué contraste sería el ver en manos privadas una parte de la gestión de un Patrimonio de la Humanidad!”.
De la iniciativa nunca más se supo. De las obras de ampliación, ahí las tienen, inacabadas. Y ahora vuelve a hablarse de la privatización, a la que se han oponen los grupos de oposición en el consistorio local. La controversia aflora. Los responsables deben informar, aclararse y fijar posición política. El Jardín Botánico, desde luego, merece, de una vez por todas, un tratamiento a la altura de sus valores histórico, científico y turístico.

   

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