viernes, 26 de diciembre de 2014

LOS CONVENIOS NO SE TOCAN

Una decisión del Tribunal Supremo mantiene la vigencia de los convenios colectivos. En vísperas navideñas, casi hay que considerarla como un ‘regalo judicial’. La sentencia cuestiona severamente uno de los soportes de la reforma laboral del Gobierno, tan defendida por el propio ejecutivo como por los empresarios. La negociación colectiva ha venido siendo uno de los baluartes en la defensa de los derechos de los empleados que, a lo largo de los últimos años, fueron viendo cómo se desmoronaban sin que valieran de nada las negociaciones y las apelaciones a dejar intocados tales convenios. La justicia ha dicho, precisamente, lo contrario.


De los recortes laborales se pasó a ciertos abusos aplicados por los empleadores. Los trabajadores resistieron lo que pudieron. Hasta es probable que su lucha pareciera débil y poco convencida: acaso importaba más conservar el puesto de trabajo, aún a costa de sacrificar algunas conquistas.

Pero habrá que estar atentos a las consecuencias. A ver si el Gobierno obra en consecuencia. Porque aquí se trata de garantizar los derechos de los trabajadores, de acuerdo; pero también de proporcionar seguridad jurídica a las empresas, claro que mediante el natural equilibrio de poder en materia de negociación.

La sentencia del Supremo está siendo considerada un golpe a la línea de flotación de la reforma. El Gobierno tendrá que revisar algunos planteamientos pues hay sectores que exigen su derogación formal. El caso de las diferentes escalas salariales paralelas que se dan en las empresas, dependiendo del momento en que hayan ingresado los trabajadores, es decir, antes o después de haber entrado en vigor la reforma laboral, es una de los factores que el ejecutivo no puede pasar por alto.

Reforma laboral y Estatuto de los trabajadores son dos hechos que los asalariados deben tener muy presentes, sobre todo en una época como la que nos ha tocado vivir, cuando no decrece el desempleo, cuando hay menos ocupación, cuando ha aumentado la precariedad y cuando se redujeron sensiblemente las prestaciones de cobertura.

El Supremo ha dicho que los convenios colectivos no se tocan. Algo es algo. Y ahora, que se note.



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