sábado, 9 de noviembre de 2013

MEJORES CIFRAS

Entre el pesimismo enquistado y la desacostumbrada información sobre la situación laboral del municipio, los datos publicados en Diario de Avisos de hoy abren una ventana reparadora. Fuente: el Servicio Público de Empleo del ministerio de Empleo y Seguridad Social. Según sus registros, el Puerto de la Cruz se convierte en el municipio que, durante los primeros nueve meses del año, genera más contratos en el sector servicios, industria y construcción del norte de Tenerife, con una media de 1.531 nuevas contrataciones al mes. En términos totales, en el mismo período del presente año las contrataciones alcanzan la cifra de 13.780. A escala provincial, el Puerto se sitúa en un quinto puesto en lo que concierne a la creación de puestos de trabajo en los distintos sectores, pero muy especialmente en el ámbito turístico.
Dicho así, hay que congratularse. Si los índices de ocupación conocidos en su día se contrastan con el movimiento y la ambientación en calles y plazas, hay un repunte de la actividad económica y un aumento del consumo que son hechos positivos. Otra cosa será comprobar la calidad de ese empleo creado, si estamos en la tónica de la precarización habitual o por el contrario hay una tendencia a la estabilidad o la fijeza en función de rendimientos empresariales y de expectativas del negocio turístico a corto y medio plazo.
Según la firma ‘Turismo de Tenerife’, el número de visitantes alojado en la ciudad durante el pasado mes de septiembre se incrementó un 4,4% con respecto al mismo mes del año pasado. Buen dato, claro que sí, que viene a confirmar una cierta recuperación cuyas causas conviene analizar sin euforias ni apasionamientos. Es decir, si nos estamos beneficiando de la situación de inestabilidad social en ciertos destinos; si los registros de ocupación obedecen a excedentes del área sureña insular; si las acciones que se están llevando a cabo están siendo tan atractivas como para realmente captar nuevos segmentos de clientes.

Parece importante, en cualquier caso, que el sector privado despierte, que empiece a moverse sin estrecheces y que consolide su capacidad de iniciativa para hacer valer su peso en el conjunto de la productividad económica de la ciudad. Es el momento de que ese análisis comporte no solo el aprovechamiento de recursos sino las repercusiones en determinados mercados. Es también momento para reflexionar sobre los precios, para estudiar a fondo si otra política es posible, revalorizando así un producto que tiene mucho de aprovechable con su historia, su madurez y su experiencia, pero también con una voluntad de innovación y cualificación que ahora parece despuntar.

1 comentario:

TF-TURÍSTICO E INNOVADOR dijo...

Muy interesante y certero artículo.

Creo que cualquier rayo de luz hay que encauzarlo hacia el empleo. A pesar que lamentablemente los datos de empelo deben redundar en la precarización del mismo.

Un cordial saludo,

A. Peraza