miércoles, 7 de agosto de 2013

EL DICHO O LA RECTIFICACIÓN

Hay situaciones en las que no se sabe qué es peor: el dicho o la rectificación.
“Los condenados a muerte por Franco se lo merecían”, afirmó el alcalde de Baralla (Lugo), Manuel González Capón, del Partido Popular, durante una intervención en el curso de un pleno. Ya puestos, el regidor señaló que no se va a desdecir.
Pero apremiado, seguramente, por su propia organización, y por los más sensatos que aún quedarán en su entorno, el alcalde se retractó: “Una frase más o menos desafortunada”.
Cierto que se apreció buena voluntad en el edil del PP: “No hay inconveniente en que cuando una cosa no está dentro de un contexto más o menos de lo que uno piensa, pues se retira, se pide disculpas y se acabó”.
El problema es que el daño ya estaba causado. Y que el revuelo político, con todas sus variables, las históricas incluidas, se desató. Es lo que había que evitar.
Pero parece que estamos condenados. Pues siempre habrá dirigentes políticos dispuestos a herir susceptibilidades y a no tener el verano en paz.


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