martes, 16 de julio de 2013

DISTINCIONES TURÍSTICAS

Pocas veces se puede estar más de acuerdo con unas distinciones como las que ha concedido este año el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) del Puerto de la Cruz. Trata la entidad, desde hace muchos años, de reconocer la dedicación y el empeño de los operadores turísticos, colectivos o individuales, que han acreditado su empeño, su sensibilidad y su dedicación. Es una manera de premiar su quehacer y de estimular el de compañeros, herederos y allegados: el turismo necesita precisamente de estímulos que mantengan aquellas cualidades que han contribuido a hacer del Puerto de la Cruz un destino diferenciado.
Por eso, recibe el oro Juan Farráis Rodríguez, propietario del hotel Rui Garoé, uno de los últimos establecimientos construidos en la ciudad. “Por su valiosa aportación al Puerto de la Cruz, con un hotel de referencia en sus instalaciones y en la calidad de servicios”.
Y las medallas de plata son para dos profesionales del sector que se han dejado la piel con tal de elevar el nivel de la oferta turística portuense. Dos personas incansables cada vez que se plantea una promoción. Dos expertos que conocen muy bien tanto las interioridades del producto local como las demandas de quienes lo visitan.
John Lucas Carruther, en ese Sitio Litre siempre encantador, en ese espacio lleno de historia y de sabor atrayente cualquier día del año, donde el visitante es transportado a un lugar idílico, Lucas ha acreditado una sobresaliente trayectoria profesional. Pero también el CIT reconoce en su distinción “su colaboración altruista en el desarrollo del turismo en el Puerto de la Cruz”. Y esas son palabras mayores en nuestro tiempo: colaboración altruista.
Las mismas palabras son de aplicación para José Enrique López-Perea, siempre vigilante a las aspas de su Molino Blanco con las que procurado dar aire a un destino a cuya decadencia se opone con los recursos más nobles que encuentra a su alcance. A López-Perea le reconocen su trabajo en el sector hotelero “y su permanente colaboración con el desarrollo del turismo local”. Siempre ha estado ahí, en promociones, proyectos, alegaciones… cuando más se le ha necesitado y cuando otros escurrían el bulto.
Una mención también para las distinciones honoríficas: a la cooperativa de taxis San Telmo, a Antonio Marrero Ríos y a Fernando Ortí, empeñados todos en que la llama turística del Puerto de la Cruz permanezca encendida. Su esfuerzo, durante años, en algunos casos día a día, ha sido considerable: bien merecen estas distinciones honoríficas anuales del CIT.



No hay comentarios: