sábado, 30 de enero de 2010

OBSERVATORIO LOCAL DE TURISMO

Una de las innovaciones incluidas en el programa electoral con el que concurrimos en las elecciones municipales de 2003 fue la creación y puesta en marcha del Observatorio Local de Turismo, una entidad que, adecuadamente estructurada, sirviera para conocer y hacer un seguimiento de la evolución turística del municipio.

El Observatorio, sin pretensiones de gran estructura o de dotaciones millonarias, debía tener un funcionamiento muy profesional y totalmente despolitizado. En ese sentido, habría de ser, con el paso del tiempo, una potente herramienta para planificar, asesorar, analizar, sugerir y diseñar estrategias turísticas con el fin de cualificar la oferta y revalorizar constantemente el producto.

No se quería un organismo más ni que supliera a nadie o a otras entidades con competencias en el sector. Sólo se aspiraba a disponer de un instrumento útil, respetado y creíble, que sirviera para estudiar a fondo la realidad turística local que ya entonces comenzaba a dar síntomas de flaqueza que era necesario atajar.

Aquel programa -y esa oferta en concreto- no mereció la aprobación popular, se respeta la voluntad y punto. Pero es lo de menos. El paso del tiempo y el agravamiento de la recesión económica, así como otros factores entre los que cabe incluir la muy limitada capacidad empresarial y la carencia de programas y liderazgos claros en la institución pública, demuestran que ese Observatorio es una necesidad.

No es la panacea. Hay que decirlo sin ambages. Para que se entienda: la existencia y funcionamiento del Observatorio no implica que, de inmediato, se acaben las penurias del turismo, la principalísima actividad productiva de la ciudad que casi lo descubrió en Canarias y en España. No es que, también de inmediato, vayan a incrementarse los índices de ocupación hotelera.

Pero sí puede el Observatorio, por ejemplo, contribuir a conocer mejor los mercados y las tendencias. Y eso, hoy en día, es primordial. Hace unas fechas, iniciamos una pesquisa: saber cuántas camas turísticas se han suprimido del global de la oferta en los últimos cinco o diez años. Mejor no hablar de las respuestas obtenidas, sencillamente porque ha sido imposible hacerse con la cantidad cierta. Y otra averiguación: no hay modo de contabilizar rigurosamente cuántos turistas se alojaron o pernoctaron en la ciudad durante el último trienio.

Claro: con estos ejemplos domésticos, si estos datos básicos no se tienen fehacientemente, a estas alturas del siglo, después de haber presumido de la primera ciudad turística en infinidad de ocasiones, ahora en plena sociedad de la información, ustedes dirán cómo puede afrontarse cualquier alternativa, cualquier acción para invertir el sesgo y salir de la crisis.

El Puerto de la Cruz necesita de una revitalización, tiene que recuperar peso en el concierto de los municipios turísticos. Está en juego su futuro, sin más alarmismos. Y ese futuro, cuando no hay varitas mágicas, precisa de planteamientos sólidos y rigurosos, los que pueden fraguarse en un Observatorio como el que en su día anticipamos. Se insiste: nada de asumir competencias de otros, nada de suplir, nada de interferir…

Ese Observatorio debe ser algo vivo y dinámico que estimule el quehacer de los responsables del sector público y de los profesionales del privado. Es procurar un carácter científico para el turismo portuense en todos los órdenes: optimización de las acciones promocionales, analizar rigurosamente -a la luz de encuestas y estadísticas- la evolución del destino, explorar las potencialidades del futuro… Esa potente herramienta de la que hablamos tiene que estar al servicio de los ciudadanos, del municipio y de los profesionales del sector.

Ahora que los nubarrones de la incertidumbre siguen posados en el horizonte, nos permitimos rescatar aquella idea sólo con el fin de plantear su necesidad. Por si no ha quedado claro: no se trata de ninguna asamblea ni de ningún foro donde sus sesiones aburren o terminen no siendo convocadas. Se pretende un instrumento válido, que disponga de sus propias fuentes (institucionales, públicas, privadas) para saber qué pasos dar y seguir con seguridad a la hora de superar la decadencia o, dicho más en positivo, de relanzar un destino que, sin estar agotado pues conserva activos importantes, requiere inyecciones de decisión, empuje e innovación para ser, sencillamente, más competitivo.

sábado, 23 de enero de 2010

EL PUERTO YA NO HACE MUECA

Adiós a Mueca, la última de las convocatorias para atraer público y turismo, para mantener encendida la llama de la creatividad cultural en el Puerto de la Cruz. ¡Vaya! Qué mala suerte, no hay manera de consolidar iniciativas que sirvan de proyección a una ciudad que no encuentra el modo de superar su decadencia, envuelta -como está- en un serio proceso de recesión económica fruto de la progresiva reducción de su oferta turística.

Mueca empezó como una experiencia y pronto creció captando el interés de creadores, actores, animadores y sociólogos. Se convirtió en una manifestación cultural en las calles al aire libre como sus creadores quizá alguna vez hayan imaginado. Subió la participación, se ampliaron los espacios públicos, performances para todos los gustos, la oferta rezumó calidad… un espectáculo que para sí quisieran otras localidades.

Las calles del Puerto de la Cruz se convirtieron así en una efervescente estampa de creatividad, reclamando el interés de gentes de todas las edades que pudieron admirar cuantas cualidades se concentran en una convocatoria de estas características. Las industrias y los comercios de los alrededores se sintieron motivados y satisfechos, lógico: calles animadas, público en tránsito, ambientación original. Parecía que, por fin, la ciudad podría ofertar un producto llamativo, con ingredientes socioculturales de alto nivel.

Ni la lluvia pudo con Mueca en la edición del pasado año. Al revés, hasta le proporcionó como más encanto. Los participantes desafiaron los elementos y no importó que los “papeles” respectivos se mojaran: el desempeño no fue menos brillante ni menos entregado.

Pero el gobierno local surgido tras una moción de censura dice nones, que no hay recursos y que hay otras prioridades. Otra víctima de la crisis. Habría que saber qué se ha hecho o qué se hará con la aportación del Gobierno de Canarias para esta finalidad. Como habrá que preguntarse si no era posible un esfuerzo para evitar su desaparición, que se notara la crisis pero que no se extinguiera la llama.

El Puerto ya no hace Mueca. O si la hace, es de disgusto, de contrariedad. Otra cosa que muere, como antes el Festival del Atlántico, el circuito automovilístico, el torneo de balonmano… Tantas cosas.

jueves, 21 de enero de 2010

¿QUÉ HICIERON EN ISLANDIA?

Es de esperar que los responsables de la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias hayan leído las informaciones que insertaba el suplemento 'Negocios' del diario El País del pasado domingo referidas a la situación en Islandia, allí donde hace unos meses fueron a presentar bondades climáticas y a promocionar nuestros valores turísticos en un intento de explorar nuevos mercados y captarlos.
"Arde Islandia". "La catástrofe económica deja al descubierto las miserias de la antaño envidiada isla". "Islandia se queda sin felicidad". "Los excesos de la banca acaban con un modelo que muchos habían tomado como referencia". "Proliferan las tiendas vacías y los edificios a medio construir". "La crisis del sistema financiero deja muchos parados de alta cualificación". "Queda crisis para rato y muchos años hasta recuperar el nivel perdido".
Las frases entrecomilladas han sido extraídas de las informaciones aludidas. Son suficientemente ilustrativas como para preguntarse qué fueron a hacer los responsables en esa isla sacudida por las consecuencias de una crisis económico-financiera de magnitudes extraordinarias. Los islandeses, en efecto, se enfrentan ahora a un referéndum para decidir qué hacer con las deudas que han derivado de los altos intereses de unos depósitos bancarios hechos principalmente por clientes del Reino Unido y Holanda. Los gobiernos de estos países abonaron a los depositantes pero ahora reclaman lo suyo al de Islandia. De acuerdo con las informaciones mencionadas, "son 3.900 millones de euros (el 50% del PIB del país) los que podrían llegar a pagar los contribuyentes de ese país con 317.000 habitantes, a 12.000 euros per cápita.
Estas sí que son cifras de crisis y no las grandes superficies llenas que aún se ven en Canarias y no digamos los restaurantes donde hay que reservar o ir con mucha antelación para acceder a una mesa.
Bueno, pues, hasta ahí, hasta el corazón de esa cifras y de esos problemas tan serios para una nación se fueron los responsables de la consejería de Turismo del Gobierno de Canarias.
Acertaron, ¿verdad?

miércoles, 20 de enero de 2010

CARA Y CRUZ DE UNA CONTROVERSIA

La presidenta de Coalición Canaria, Claudina Morales, ha sido de lo más sensata en la controversia suscitada con unas afirmaciones del concejal de su misma formación política (CC) en Santa Cruz de Tenerife, Hilario Rodríguez, en las que destapaba el 'antigodismo', amenazando con apedrear (sic) a quien por lo visto discrepó en público de las formas y del fondo del ya célebre Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife.
Morales fue clara y terminante a la hora de "no justificar las declaraciones" de Rodríguez: por muy fuera de tono que las caracterizara, no debería apoyar actos violentos.
Así de sencillo. Lástima que las afirmaciones de Claudina Morales aparezcan allá por el último párrafo de la información periodística, en práctica consonancia con el perfil bajo que ha merecido el tratamiento del hecho en muchos medios: un concejal, un representante del pueblo, amenazando, en amplificador radiofónico, con apedrear (sic) a un ciudadano disconforme con una decisión. Casi nada.
Luego, cuando se destapó el hecho y fueron advertidas las circunstancias y las consecuencias, vino lo de siempre: que si el sentido figurado, que fue en plan coloquial, que se ha sobredimensionado, que disculpas por si alguien se sintió ofendido, que no hay que otorgarle mayor importancia...
Miren, no: ningún edil, por mucha representación popular que ostente, está legitimado para conducirse de esa manera. Ni en bromas. Ese tipo de manifestaciones es inaceptable y basta que cobren una mínima dimensión pública para ser reprochado de inmediato. De un representante de la sociedad se deben esperar muchas cosas y en la prolija relación esa de amenazar y comportarse agresivamente no figura, por supuesto.
Claro que el hecho es más grave si se contextualiza en la evolución de la sociedad que pierde valores un día y otro también. Habrá que reflexionar sobre los efectos de la aversión hacia el ciudadano de otras latitudes que suscita algún tratamiento periodístico en Santa Cruz de Tenerife. ¿Hasta dónde estas reacciones no vienen inducidas por esa denigración del "godo"?
Cuidado, ¡eh!, mucho cuidado: se está jugando con cosas que queman. ¿Es ese el sentido proverbial de la tolerancia y de la hospitalidad de las gentes de la capital tinerfeña? Cuidado, porque los daños pueden ser irreversibles.
Esa monomanía, ese fomento del rechazo sistemático al "godo", ese afán de hallar constantemente un enemigo para regodearse y justificar conductas, son inquietantemente peligrosos. Cuando expresamos que todo este chiste de la independencia se sabe cómo ha empezado pero no cómo va a terminar, sólo estamos planteando las dudas de los derroteros por los que circula una sociedad a la que parecen no bastar los problemas que ya tiene sino que alienta otros de muy pero que muy incierta resolución. Sobre todo, los derivados de cualquier violencia dialéctica.
Bien por Claudina Morales, la más sensata en este episodio.
Hilario... pues, ya entró en la historia. Aunque él no quisiera.

lunes, 18 de enero de 2010

FINANCIACION LOCAL

El catedrático de Ciencias Políticas y director del Instituto de Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Autónoma de Barcelona, Joan Subirats, ha acentuado recientemente el problema estructural de las ciudades y de los ciudadanos al entender que la importancia de las ciudades y de los gobiernos locales en el bienestar y la supervivencia ciudadana no se corresponde con las estrecheces económicas en las que viven los ayuntamiento españoles.

“Las ciudades son hoy decisivas en el bienestar individual y colectivo. Y en cambio, las agendas locales siguen fuertemente condicionadas por las limitaciones que impone un porcentaje de gasto público que está lejos del que es en la mayoría de países europeos”, señala Subirats en otra de sus interesantes reflexiones sobre la realidad de las haciendas locales.

O sea, la financiación de éstas: los municipalistas confían en que el presente año marque un avance determinante en el nuevo modelo que proporcione estabilidad, ofrezca una medida real de las opciones de cada ayuntamiento y hasta discipline a sus responsables a la hora de planificar y aprobar previsiones económicas, especialmente a medio y largo plazo. Este asunto y la nueva Ley de Gobierno Local deben estar en trámite parlamentario en el año recién comenzado. De no ser así, preparémonos para largas y poco útiles diatribas de gobierno y oposición mientras la cruda realidad del día a día obliga a esmerarse en el nivel de prestación de los servicios en tanto que se ve muy condicionado cualquier proyecto y su correspondiente inversión.

A la espera de que pueda alcanzarse un acuerdo satisfactorio, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se afana en la viabilidad del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local, que esa será la denominación de la continuación del Plan ‘E’, una iniciativa, por cierto, que ha sido valorada hasta por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife.

Y es que los datos en Canarias, eran en efecto, reveladores: 23.800 puestos de trabajo (mantenimiento o nueva creación, según), el doble de las previsiones gubernamentales. Una inversión que superó los 350 millones de euros para financiar 1.012 proyectos. Con razón los munícipes de Canarias convergieron en la necesidad y en la conveniencia de una segunda edición del Plan y con razón Gaspar Zarrías, secretario de Estado de Cooperación, en su reciente visita a las islas, sin alardes triunfalistas, destacaba los gratificantes resultados.

La pregunta que cabe plantearse es qué hubiera sido de muchos ayuntamientos de no haberse acogido a este Plan. A unas cuantas administraciones locales, desde luego, maniatadas o casi con lo justo para atender sus obligaciones, las dotaciones vinieron de perlas para afrontar proyectos y actuaciones. Es probable que muchas de ellas jamás hayan generado tan empleo como con esta iniciativa en tan breve lapso de tiempo.

De modo que, con la experiencia adquirida, confiemos en que el nuevo Fondo, o la segunda edición del Plan ‘E’, con ese espíritu de cooperación y con el esfuerzo conjunto de las administraciones públicas, contribuya a la reactivación económica y a la consecución de una mayor eficiencia de los recursos públicos.

La dotación económica del Fondo está destinada a proyectos directamente relacionados con la innovación, la sostenibilidad económica y ambiental y con las políticas sociales. Hasta un 20% de la inversión podrán dedicar los ayuntamientos a financiar gastos corrientes vinculados a programas de ámbito educativo y de carácter social.

Veamos, en fin, si esta filosofía es la semilla de un modelo productivo distinto y la palanca de superación de la difícil coyuntura municipalista.

sábado, 16 de enero de 2010

CUARENTA AÑOS DE UNA CORAL

Miren que es difícil la perdurabilidad de entidades, asociaciones, clubes y colectivos en el Puerto de la Cruz. Numerosas experiencias de proyectos que se frustraron o duraran poco. No es la vida asociativa uno de los fuertes de los portuenses que, por lo general e históricamente, han propendido al individualismo, revelando, de paso, una cierta inclinación egoísta e insolidaria. Entre estas circunstancias, una escasa capacidad emprendedora, un limitado sacrificio a favor de la colectividad y las dificultades económico-financieras, quedaron en el camino iniciativas e intentos de contar con elementos que dieran vida al tejido social, también identificable gracias a ellos.

De modo que mucho valor hay que otorgar a los que aún existen, funcionan o están abiertos. En algunos momentos, han estado a punto de cerrar sus puertas o disolverse con más pena que gloria. Sólo la perseverancia y unas buenas dosis de amor propio han sido determinantes para que no pasaran a la historia, a esa historia perdida de la que sólo se acuerdan unos pocos con más nostalgia que otra cosa.

El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, el Club Deportivo Puerto Cruz, el Club Natación Martiánez, Cruz Roja, las asociaciones vecinales… Y la coral Reyes Bartlet que en 2010 cumple cuarenta años. Ya es mérito, ya, sobre todo por el ámbito en el que se desenvuelve: ese mundo de la cultura, casi siempre tan incomprendido y muy poco respaldado.

Recordamos perfectamente los inicios del coro. Es más asistimos a su debut en el parque San Francisco. Personas de distintas edades y toda condición social que amaban la música, habían hecho pinitos y rememoraban tiempos de juventud queriendo sentirse útiles. Aquellos primeros integrantes estaban rindiendo el tributo que se merece el músico portuense que da nombre al colectivo.

José Manuel Cabrera fue su primer director, un melómano singular, un hombre armado de paciencia para sortear las dificultades de disponibilidad de local para ensayos y de enseñanza musical adecuada a quienes apenas conocían nociones del canto coral. Cabrera hizo una gran labor, continuada después por Francisco Galán, David Goldsmit y José Híjar Polo que dirige desde 1984.

La coral Reyes Bartlet se ha convertido en una de las divisas del quehacer cultural portuense. La conocen en la mayoría de las localidades canarias. Ha actuado en distintas comunidades autónomas españolas y en varios países.

El colectivo se consolidó. Con el paso del tiempo, los ensayos dejaron de ser latosos y servían de estímulo para perfeccionar la conjunción vocal y los alardes. Con la mayoría de edad, ya en el apartado sinfónico coral, la Reyes Bartlet ha colaborado con la orquesta sinfonica de Tenerife y la filarmónica de Gran Canaria., así como con otras importantes formaciones orquestales canarias y peninsulares.

Llegaron también las grabaciones, entre las que destacan las zarzuelas Bohemios y Doña Francisquita, de Vives en 1993; El barberillo de Lavapiés de Barbieri; Hesperidum, de Falcón Sanabria en 1994; y la Sinfonía Amerindia, de Villalobos, en 1998.

Ha colaborado junto a una veintena de intérpretes como Alfredo Kraus, María Bayo, María Orán, Simón Estes, Lola Casariego y Carlos Mena, Ha sido dirigida por directores como Víctor Pablo Pérez, Antoni Ros Marbá, Adrian Leaper, Laszlo Heltay, Ondrej Lenard, Wolfgang Gönnenwein, José Antonio Sainz Alfaro, Jorge Rubio, Lluis Vila, Liu Ja, Luis Bacalov…

En los últimos años se ha especializado en la interpretación de música antigua, trabajando con directores invitados como Mark Peters, Francisco Luengo, Nacho Rodríguez, Josep Cabré, Pierre Cao y Rinaldo Alessandrini.

En el currículum de la coral Reyes Bartlet hay que consignar también su participación en convocatorias como el Festival de Opera y el Festival de Zarzuela de Tenerife, Festival Europa Cantat en cinco ediciones, Festival Internacional de Música de Cantonigrós, II Festival de Música de La Coruña, Festival de Música de Canarias en dos ediciones. V, VI y VII Edición de los Premios a la Composición y Expresión Coral que organiza la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias.

La coral ha sido distinguida con la “Insignia de Oro de la Ciudad de Puerto de la Cruz” y con la “Medalla de Plata del Centro de Iniciativas Turísticas” de esta misma localidad. También es miembro de la Federación de Coros Jóvenes “Europa Cantat”.

El coro portuense forma parte de la Asociación Cultural Reyes Bartlet, junto con el Coro Juvenil David Goldsmith, además la Asociación gestiona y dirige la Escuela Coral de Puerto de la Cruz, donde se incluye el proyecto de Creación de Coros Escolares en los Centros Públicos de Enseñanza de la Ciudad. La ACRB gestiona también el Festival de Música Antigua y Barroca de Puerto de la Cruz, que este año celebró su séptima edición.

Está de cumpleaños la coral Reyes Bartlet. Cuarenta. Que se dice fácil, pero que en el Puerto de la Cruz, por las condiciones antedichas, resulta muy difícil de alcanzar y sobrellevar. Es el suyo un desempeño ejemplar. Es el suyo un timbre de orgullo de la creatividad artística portuense.

viernes, 15 de enero de 2010

OLOR A MUERTE

A última hora de la tarde de ayer se conocieron las primeras cifras de víctimas que dejan a cualquiera estupefacto: entre cuarenta y cinco y cincuenta mil víctimas. Con unos amigos empezamos a rebuscar en la memoria a ver qué tragedia se había cobrado de golpe tantas vidas, que serán más, seguro. Luego vimos en un digital venezolano las imágenes de un videoaficionado captadas en el mismo momento del seismo y todos callamos temblando a nuestra manera. Era sobrecogedor.
Los informativos y los periódicos se llenan de una Haití destrozada. Qué menos que unas líneas de solidaridad con ese pueblo maltrecho. Qué menos que una mirada transida de dolor, de frustración, de impotencia, de horror... Ni ganas de leer informaciones que convergen en testimonios sacudidos aún por la más horrible de las experiencias: la Naturaleza rugió y de qué manera.
Y ahora están en la fase de encontrar supervivientes y atender a los más necesitados. El caos, por lo visto, hace aún más difícil la llegada y la distribución de la ayuda internacional. Los damnificados claman. Qué menos. Y qué paradojas: encontrar y rescatar personas que se lamentan bajo los escombros, que aún tienen vida pero que sentirán cómo se apaga entre tanto caos. Y asistir a centenares, a miles de personas que jamás olvidarán este suceso, que darán gracias a Dios por seguir respirando. Paradojas, sí: eso, en uno de los países más pobres del Universo y encima, de los más castigados.
En los titulares de las informaciones, por cierto, una coincidencia: olor a muerte. Debe ser terrible.
Qué tragedia, Señor, qué tragedia.



//Copiar el siguiente enlace en el navegador para ver las impactantes imágenes de cuando tembló Haití//:


http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/139480/video-las-impactantes-imagenes-del-instante-en-que-el-terremoto-azoto-haiti/

jueves, 14 de enero de 2010

INQUIETANTES CIFRAS TURISTICAS

Las cifras del turismo revelan que la cosa sigue igual de complicada.
El adelanto hecho ayer por Joan Mesquida, secretario de Estado de Turismo, indicaba que el cierre de 2009 era poco favorable. Por segundo año consecutivo, la llegada de turistas a España volvía a caer. Desde que se elabora y registra la serie histórica, es la peor caída: un descenso del 8,7%, con 52 millones de visitantes extranjeros. Los números nos devolvían a los registros del año 2003. Las razones, las sabidas: Reino Unido y Alemania también andan con problemas de recesión económica y dificultades financieras. La gente se lo piensa dos veces y de donde puede ahorrar -la que está en condiciones de hacerlo- es de ahí, del calorcito de las vacaciones: ya vendrán tiempos mejores.
Sólo un aspecto positivo en las estadísticas aportadas por Mesquida: vinieron menos turistas, es verdad (5,4 millones) pero se ha incrementado su gasto medio, que se sitúa en el 2,1%, un total de 48.000 millones de euros. Ese registro, que siempre debe ser tenido en consideración, a efectos de contrastar la capacidad adquisitiva de los visitantes y las debilidades o fortalezas del producto que se les ofrece, viene a representar una mínima luz en este balance turístico.
Balance que en Canarias es igual de inquietante. Perdieron las islas el año pasado 1,2 millones de turistas extranjeros y 4 millones de viajeros. Es la primera vez que no se alcanza el total de 8 millones de visitas, la peor cifra de la década.
Las mismas causas: bajón en los mercados emisores. Y como remedio, según dicen algunos responsables gubernamentales de la Comunidad Autónoma, reducción de las tasas aeroportuarias. Curioso que sean quienes la piden los mismos que en su momento defendieron su aplicación.
En pleno conflicto con los controladores, a ver cómo se plasma esa disminución que, en cualquier caso, no parece la panacea. El sector, en vísperas de la importante cita de FITUR -otra vez a leer y escuchar la cantinela del lamento-, debe reflexionar sobre la calidad de la oferta, sobre la fortaleza y las debilidades de la misma para intentar recuperar cuotas de mercado: con las más recientes, se demuestra que la productividad se resiente y que la economía a duras penas resiste.

miércoles, 13 de enero de 2010

NORMA PARA LA EXTRANJERIA

En el sur de Italia reaparecen brotes de racismo y xenofobia, utilización de la organización mafiosa incluida. Inmigrantes africanos han sido atacados. Las autoridades han tenido que trasladar a más de mil jornaleros a centros de acogida de distintas localidades. Las imágenes y las informaciones que llegan desde allá son, como siempre, inquietantes: la lucha por la supervivencia, con permiso o sin él, asilados políticos o pendientes de una mano bondadosa procedente de alguna ONG.

Los sucesos contrastan con el dato positivo de la significativa reducción de la llegada de inmigrantes irregulares a las costas españolas durante el último año. En Canarias, la disminución es aún mayor, especialmente tras aquella tragedia de Lanzarote, en la que perdieron la vida veinticinco personas. La difusión de los peligros, la misma crisis de la que deben tener noticia en cualquier latitud africana, los replanteamientos de las organizaciones que trafican con seres humanos, los dispositivos de disuasión puestos en marcha, las políticas de cooperación al desarrollo en los países “emisores” y la acción diplomática se supone que han ido mitigando un fenómeno que alcanzó proporciones de tragedia humanitaria no hace mucho tiempo.

Contrastan también los sucesos italianos con la aprobación de la cuarta modificación en ocho años de la Ley de Extranjería que contó, si la memoria no es infiel, con los votos favorables de los grupos parlamentarios de PSOE, CíU y CC. El número de revisiones revela que la inmigración es un fenómeno evolutivo que conviene ir tratando cíclicamente, a medida que la realidad va ofreciendo nuevas aristas que exigen nuevas respuestas.

La vigente Ley de Extranjería fue parida con voluntad de corregir elementos que discriminaban y de mejorar los procesos para lograr que la inmigración sea legal y ordenada, sin perjuicio de potenciar los factores de integración. Se trata, en esencia, de fomentar la convivencia y la integración social por parte de todas las administraciones públicas; de ampliar las garantías de los derechos de los extranjeros en los procedimientos sancionadores y de mejorar el régimen de atención a los menores inmigrantes no acompañados.

Ahora que España preside la Unión Europea (UE), conviene recordar que ésta no puede permanecer insensible o indolente. La inmigración afecta en mayor o menor medida a sus países miembros, luego requiere de políticas que traten adecuadamente este fenómeno. Hay que dar un impulso a una política migratoria concertada, profundizando, hasta donde sea posible, en medidas ya puestas en marcha como el enfoque global sobre migración o la Agencia Europea de Fronteras.

La Ley debe ser elemento primordial para afrontar una materia tan delicada y tan controvertida, sobre todo, en tiempos de recesión económica. Es materia que, en el campo concreto de la migración, requiere el más amplio consenso político y social. Los resultados de la aprobación definitiva de la norma demuestran la dificultad de ese consenso y que ojalá sean mejores en asuntos aún pendientes como la gestión de los flujos migratorios y los términos de la denominada comisión laboral tripartita.

Lo importante: que la norma, a la hora de ser aplicada, sea tan equilibrada y garantista como algunos de sus mentores se apresuraron a destacar. Sobre todo, para evitar esas reacciones racistas y xenófobas que tanto inquietan.

martes, 12 de enero de 2010

MANOLO MARTINEZ PARDO, LA VOZ

La voz de Manolo encantaba. O encandilaba.
Una voz para la radio, desde luego que sí. De las voces que hacen preguntarse al oyente, a quien está junto al receptor: ¿y cómo será?
Se lo imaginan, claro. Mayor, más joven, dicharachero, metódico, pausado, enfático, diligente, predispuesto, ágil...
Manolo era la voz, la voz de Radio Nacional de España, que un día se hizo rostro y habitó en las pantallas de Televisión Española en Canarias.
Una voz menos recia pero sí distinta. Esa peculiaridad vocal le hizo ganarse respeto y afectos hasta el final de su trayectoria profesional.
Por fortuna, nos quedan las grabaciones para recordar ese timbre singular.
Y nos quedan los recuerdos de un profesional enamorado de su trabajo, al que se entregó sin reservas allí donde lo desarrolló. La televisión le sedujo pero lo suyo era la radio, el estudio, la programación, la fonoteca...
Coincidimos en una etapa en Radio Nacional, después de su exitoso paso por "Los desayunos del Mencey" y la dirección de RadioCadena Española. Manolo nos acompañó la noche en que recibimos un premio periodístico y al día siguiente él mismo leía la noticia e introducía el programa distinguido. Lo hizo con la alegría de quien comparte un momento satisfactorio en el desempeño profesional.
Ni los criterios discrepantes que caracterizaron en contadas ocasiones nuestros respectivos cometidos en una etapa posterior mermaron el respeto mutuo. En cualquier caso, pese a las diferencias en cuanto territorialidad u oportunidad, siempre supimos distinguir la información de la opinión. Por eso seguimos manteniendo una excelente relación.
Manuel Martínez Pardo, siempre atento a la noticia, fue un profesional sensible con la conservación de testimonios. Era consciente de la inmediatez pero le encantaba guardar, clasificar y rescatar. Era feliz cuando alguien pedía o reclamaba un corte o fragmento de una entrevista o de un programa y se lo facilitaba casi al instante.
Sin exageraciones: la radio de Canarias se ha quedado sin una de sus voces principales. La suya ya es una voz para la historia del medio.
Descanse en paz.

lunes, 11 de enero de 2010

OCUPACION DE VIA PUBLICA

Puede presumir el Puerto de la Cruz, entre otras cosas, de contar con las primeras vías peatonales adaptadas. En los últimos años del régimen preconstitucional, ya hubo unas primeras actuaciones. Luego, en los primeros mandatos de los ayuntamientos democráticos, las ofertas programáticas de los progresistas estaban inspiradas en la humanización de las ciudades y de los espacios urbanos. Ahí se fraguaba la apuesta por la reducción de vehículos en los centros y cascos de las ciudades: se quería que primara el peatón o el viandante sobre los coches. La apuesta cuajó en una progresiva adaptación peatonal de vías -mal llamada ‘peatonalización’-, al principio aceptada con algunos rechazos, pero, a la larga, deseada por casi todo el mundo. Tan sólo con poder pasear o caminar sin ruidos ni contaminación ni riesgos de locomoción, se ganaba considerablemente en calidad de vida.

En el caso concreto del Puerto de la Cruz, la transformación significó que las cafeterías, bares y restaurantes localizados en algunas de esas vías empezaran a ocupar el espacio público más próximo. Eso sirvió de ejemplo para que otros promotores abriesen establecimientos similares con la misma idea de aprovechamiento de ese espacio. Tiendas, bazares, oficinas de cambio, agencias de alquiler de vehículos…, sus titulares se lanzaron a una suerte de ampliación de negocio, en algunos casos hasta el punto de que las dimensiones ocupadas en la calle con expositores y demás eran superiores a las del propio local.

El hecho venía favorecido por la carencia de una ordenanza reguladora. Se cometieron abusos, claro. El vacío propiciaba un crecimiento desproporcionado y una clara vulneración del espíritu que inspiraba la adaptación peatonal que no era otro sino propiciar el paseo cómodo y seguro en una ciudad a la que se venía a disfrutar y descansar.

Había que poner manos a la obra de una regulación y distintos gobiernos locales se esmeraron en ello. La medida ya no gustaba tanto. Y eso que se orientaba a la consecución de unas coordenadas apropiadas para todos, consecuentes con la filosofía de las peatonales.

La regulación se plasmaba en ordenanzas, claro. Se determinaban cuáles eran las zonas y las vías cuyo dominio público se podía ocupar, se ajustaban las superficies según ubicación, longitud de fachadas y fondo de calle. Y hasta se establecía un máximo de mesas y sillas, además de las tasas que por éstos y otros conceptos habrían de abonar los interesados.

Sobre el papel, bien. Pero la praxis devino insuficiente y complicada. Por distintas razones, pero, principalmente, por no hacerse un seguimiento policial adecuado, de manera que impidiera los excesos y las extralimitaciones, en palabras llanas, para evitar que aquel que tuviera licencia para cuatro mesas y dieciséis sillas, hasta casi triplicara lo permitido.

Y también porque los responsables administrativos condescendieron demasiado y los correspondientes expedientes durmieron, por lo general, el sueño de los justos. Conclusión: una jungla, una proliferación desordenada, una dificultad evidente para transitar en muchos casos, alguno con evidente riesgo físico. O sea: del idílico paseo a la movilidad insegura palpada en cualquier zoco.

Algunos de los elementos señalados (ordenanzas obsoletas, falta de seguimiento, incumplimientos administrativos, laxitud, abusos…) siguen vigentes en nuestros días. El Puerto es una ciudad para caminar: son cientos, miles de personas las que, principalmente los fines de semana, circulan por nuestras calles. Pero los factores mencionados dificultan el paseo o lo hacen menos plácido. Ejercen una cierta presión. Lo que son las cosas: en una época, los coches; ahora, el mobiliario, las pizarras anunciadoras, los percheros y los expositores.

En efecto, en la actualidad, recorrer algunas vías y avenidas ha perdido cierto encanto. Significa, sin exageración, sortear obstáculos. De nuevo, el vacío, la vista gorda y la impunidad. No es para presumir, desde luego, pero en los tiempos que ocupamos la alcaldía, nos opusimos rotundamente a que determinadas avenidas de Martiánez fuesen ocupadas: para no restar espacios a los peatones y para no incrementar riesgos de inseguridad. Años después, viendo los excesos, estas razones parecen importar poco o nada. Así va degenerando la cosa, hasta que sea incontrolable del todo y cuando quiera ponerse remedio, resultará imposible.

Una lástima. Y no digan que sin solución: voluntad política, primero; e indicaciones adecuadas de seguimiento ejecutivo (policial y administrativo) después, valdrían para lograr mejores resultados que los actuales, incluidos para los empresarios. Ganaríamos todos.

Pero parece que eso, ganar colectivamente, no interesa.

sábado, 9 de enero de 2010

UN TINERFEÑO EN LA DIRECCION DE TVE

Hemos de congratularnos con el nombramiento de Santiago González como director de Televisión Española. Viene de dirigir Radio Nacional de España y antes anduvo en la dirección de la Televisión Canaria, con lo que estamos ante una trayectoria profesional meteórica.
Santiago es orotavense, otra señal para estar contentos. Los triunfos y los éxitos de los paisanos, principalmente cuando se conquistan en otras latitudes, siempre nos han parecido merecedores de testimonios de reconocimiento, que no de loas oportunistas. Al contrario, que sirvan para estimular su ejercicio profesional en un ciclo histórico para la casa como es emitir sin publicidad, en pleno desarrollo de innovación tecnológica.
Santiago González, próximo a cumplir 40 años, ha acreditado su raza periodística en altas responsabilidades audiovisuales. Deja Radio Nacional de España con el alto mérito de haber sido la única emisora que experimentó un crecimiento de audiencia el pasado año, un 12,5% deducido de los ciento treinta y cinco mil oyentes que ganó.
A González le mueve la discreción, la modestia. Y esas, en la complejidad de la comunicación de nuestros días, son cualidades a ponderar. Sobre todo, cuando se está en el centro de la heterogeneidad política en la que ha sabido moverse sin estridencias, escuchando y callando.
Además, no se olvida de su pueblo y de su tierra, a la que regresa cada vez que puede y a la que dedica un pregón festivo tan sugerente como fue el de las fiestas del Corpus y San Isidro el pasado año. Si allí se encomendó al patrono, para la superación de las dificultades o para el progreso de su pueblo, aquél empieza el año recompensando su generosidad. El refrán, desde luego, le es de aplicación: Año nueva, vida nueva.
Que tenga suerte y aciertos Santiago González al frente de TVE. Su profesionalidad es el mejor aval. Su juventud hace concebir fundadas esperanzas de desempeñar con éxito la nueva alta responsabilidad que le ha sido encomendada.
Lo harás bien, drector. Seguro.

viernes, 8 de enero de 2010

LA INICIATIVA: EL PLAN 'E'

En un trabajo que, en estilo telegráfico, pretendía condensar lo más destacado del pasado año, citamos la iniciativa sobresaliente: el denominado Plan 'E', un Fondo Estatal de Inversión Local para el Empleo, promovido por el presidente del Gobierno de España como una de las medidas puestas en marcha por el ejecutivo para afrontar la crisis económica que también la sufren, como se está viendo, las adeministraciones locales.
El Fondo estaba dotado con ocho mil millones de euros para financiar 30.903 proyectos presentados por 8.108 ayuntamientos del país.
Los datos en Canarias son reveladores: 23.800 puestos de trabajo (mantenimiento o nueva creación, según), el doble de las previsiones gubernamentales. Una inversión que supera los 358 millones de euros para financiar 1.012 proyectos. Con razón, los munícipes (de Canarias y de todo el país) convergieron en la necesidad y en la conveniencia de una segunda edición del Plan, ya presupuestada para el año en curso y orientada en la dirección que ellos mismos convinieron en los foros de negociación.
La iniciativa ha permitido mantenerse a flote a gobiernos municipales casi maniatados o con lo justo para cumplir sus obligaciones. La capacidad inversora, como se sabe, ha quedado reducida al mínimo, por lo que el Fondo vino que muy bien para afrontar proyectos y actuaciones que, sin tal recurso y prolongada la recesión, hubieran tenido que esperar. Hasta algunos alcaldes de color político distinto al gubernamental han sido criticados por querer apropiarse o hacer suyas y exclusivas las obras realizadas.
Pero, pillerías políticas al margen, la pregunta que procede hacerse es qué hubiera sido de muchos ayuntamientos de no haberse acogido a las directrices del Plan. Es probable que muchos de ellos jamás hayan generado tanto empleo como con esta iniciativa en tan breve lapso de tiempo.
Y ahora, con la experiencia acumulada, con la maquinaria administrativa aún engrasada, cabe confiar en resultados exitosos, tanto a la hora de reducir el desempleo como de completar actuaciones y de mejorar la prestación de servicios.
De modo que, este mandato, aparentemente un calvario para muchos regidores y gobiernos locales, empieza a verse con otra tonalidad o a resultar más llevadero.
Lo dicho: fue la iniciativa de 2009.

jueves, 7 de enero de 2010

NIEVE DESIGUAL

"No hay nieve en el Teide. Preocupante".
Así, en tono coloquial, en plan ocurrente, solemos despachar cualquier conversación de estos días que trascienda los tópicos festivos.
No tiene mayor importancia pero es llamativo. Tampoco es la primera vez que discurre el invierno sin que nieve en el pico pero el presente, con más horas de sol y con buen tiempo prolongado durante jornadas, hace que mucha gente termine añorando el frío. Las mujeres, como que quieren estrenar y lucir la ropa de abrigo. Se conforman con los menudos debidamente equipados porque los jóvenes prefieren también, incluso de noche, indumentaria ligera, todo lo más otoñal.
Y preocupante, es cierto, porque como que falta algo que se va a notar, de persistir la carencia, dentro de unos meses, cuando apriete el calor y desde mayo se note al campo sequito. Luego, los embalses que tienen menos agua para afrontar el estío. Y los cultivos, resentidos.
Claro que se suceden las imágenes de esa península, de esas comunidades afectadas por el frío polar que llega hasta la costa misma, y es probable que a más de uno se pongan los dientes largos. Pero, ¡qué quieren! Como que se prefieren las bondades climáticas de aquí, ese calorcito que permite hasta recibir el año en el Atlántico como hicimos unos cuantos el pasado 1 de enero, entre el asombro de extranjeros y visitantes.
Preocupante que el cambio climático esté no sólo alterando las estaciones sino produciendo estampas tan insólitas como el Teide desprovisto del níveo manto que la Agencia Efe distribuía puntualmente en una foto en la primera jornada del año. Como ésa o como cualquier infraestructura de transportes bloqueada: hoy los informativos han dicho que registraban veintidós bajo cero en Düsseldorf (con razón, dentro de nada, los alemanes que esperan a la embajada carnavalera dirán que ustedes han traído mejor tiempo) o casi menos cuarenta en Oslo. Más llama la atención que los británicos no dispongan de cadenas para las ruedas de los coches, con lo que las nevadas de estos días en Londres y otras ciudades causan más quebrantos todavía.
O sea, que entre la realidad próxima y las imágenes de esa Europa blanca y más blanca, también se puede decir que nunca nieva a gusto de todos.
Preocupante.

miércoles, 6 de enero de 2010

REYES, PUNTO FINAL

Lo bueno del día de Reyes es que se pone punto final al desorden y al frenesí de estos días, muy poco alterados por la crisis, por cierto, que haberla, hayla; pero todo el mundo, en sus conversaciones, cuenta lo mimo: imposible entrar en la ciudad, para conseguir un aparcamiento tardé cuarenta y cinco minutos, estaba el centro comercial que no cabía un alma, fuimos a tres restaurantes distintos y la gente por fuera esperando...
En fin, para qué decir más, si todos, más o menos, experimentamos lo mismo o cosas parecidas.
Lo bueno del día de Reyes es que las madrugadas se van haciendo plenas, es decir, no se ven interrumpidas, como antes, a eso de las cinco o las seis, porque la muchachada, tras noche inquieta y nerviosa, se afanaba en demostrar la vida efímera del papel de regalo y se lanzaba a la calle a lucir bicicletas, patines, balones, coches teledirigidos... Alguien, esta mañana en la churrería, lo definió muy bien:
-Ahora, a los chicos, a las nueve de la mañana y horas después, los ves enfrascados en sus ¡play' y en sus "Nintendo" y en cualquier artilugio tecnológico.
Lo bueno del día Reyes es que ya se puede empezar a hacer cuentas de gastos para ver cómo se resiste de aquí a fin de mes. Claro que viene el Barcelona, empieza el Festival de Música y a ver si queda algo para las rebajas...
Y lo malo es que mañana mismo comenzará la tabarra del Carnaval. Otra vez las fotos de las visitas a las sedes de ensayos de los grupos, las colas para conseguir entradas para los espectáculos y las televisiones locales esmerándose a ver quién es más bullanguero, políticos incluidos.
Para nada de eso, por cierto, hay crisis.

martes, 5 de enero de 2010

EL DIA DESPUES DEL PGO

Esto no ha hecho más que empezar. Tras la aprobación inicial del Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife, comienza una larga marcha hasta la definitiva, un camino que se presume erizado de todas las dificultades habidas y por haber, en sede administrativa y en residencia judicial. Ni los paréntesis abiertos en estas fechas lograron distraer la atención: todo lo sucedido, desde las formalidades incumplidas de la convocatoria original hasta la ausencia de tres concejales socialistas, pasando por el 'oportuno' aviso de bomba que originó el aplazamiento y las sonoras protestas vecinales, refleja que el ambiente en los corros capitalinos no es el de la resignación y acriticismo habituales.
Ha llamado la atención de observadores y comentaristas, por ejemplo, que en el mar proceloso de las protestas no sólo navegaban los denominados 'antisistema' o los del 'no por sistema' sino que había gente de toda condición social, mucha clase media, en definitiva, que de alguna forma ve amenazado su patrimonio y ha encontrado -esta vez, de forma defiitiva- las orejas del lobo de la desinformación servida en cualquiera de sus variantes.
Allí estaban, temerosos del "fuera de ordenación" que deprecie o minusvalore la propiedad de eso que, por mucho que se empenen, no es un limbo: es una condicionante de peso que incide en el futuro de dicha propiedad.
Los gobernantes, quienes han dado su 'sí', saben que no hay marcha atrás. Podrá haber todos los matices del mundo. Mociones. Modificaciones puntuales. Planes parciales. Estudios de detalle. Hasta dispensas de planeamiento. Hasta es probable que presenten ellos mismos alegaciones contra las directrices iniciales que acaban de aprobar. No importa: eso, en Canarias, entre la desmemoria y la poca exigencia a las incoherencias, ni se tendrá en cuenta. Pero el primer paso del proverbio árabe ya está dado.
O sea, que en el día después, la reflexión que deben estar haciendo los gobernantes y los que han dado su 'sí' es el alcance de la decisión con los factores que la han caracterizado en el cuerpo social santacrucero. Algo está cambiando: se nota. Entre el agotamiento y las ganas de poner punto final a un estado de cosas, la sensación de que nada volverá a ser como antes del PGO va instalándose paulatinamente.
La prueba del '9': cuando llegue la convocatoria electoral del próximo año. A ver qué ofertan los partidos en sus programas electorales con respecto a este asunto. En los respectivos estados mayores, un suponer, ya deberían ser conscientes de que este asunto no se puede despachar con desdén ni con cuatro frases para salir del trance.
Eso sí: será una delicia comprobar los matices de quienes ahora han dado su aprobación.

lunes, 4 de enero de 2010

ALGO ESTA CAMBIANDO

El año arranca, pasados los fastos consumistas como casi siempre y los sobresaltos sociales y políticos a modo de entrenamiento, con la aprobación del Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz de Tenerife. Complicado comienzo: los antecedentes contienen todo lo necesario para hablar de bomba por desactivar -la bomba era el PGO, evidentemente- y de asignatura política enrevesada que puede tener repercusiones de envergadura, sin olvidarnos de lo esencial: cómo afecta, cuál es el modelo de municipio contenido en ese Plan y si están a salvo, de verdad, los intereses generales de los ciudadanos.

Lo ocurrido hasta la fecha pone de relieve que algo se mueve, que algo ha cambiado en la capital. Al principio, parecía anecdótico que la presidenta del Partido Popular (PP), Cristina Tavío, cursara públicamente indicaciones a los ediles populares para que éstos votasen a favor so pena de ser excluidos de las próximas listas electorales en caso de no hacerlo; y que los propios concejales denunciaran amenazas -¿lo hicieron en instancia policial o judicial?- para que no prestaran el apoyo. Diluídos han quedado esos episodios en medio de la vorágine que envuelve la aprobación inicial del planeamiento capitalino.

Pero ahí quedan como elementos residuales, si se quiere, del trasfondo político que entraña la asignatura. Porque, desde el ángulo social, parecen más significativas las reacciones de los responsables políticos del PGO y de sectores sociales, claramente disconformes con las directrices de un instrumento de planeamiento que aseguran les perjudica.

Los primeros no midieron la reacción de esos agentes y sectores sociales y ahora intentan explicar las bondades del planeamiento, no importa que tengan que recurrir a pantallas amigas, emplear el victimismo o echar unas dosis de imputaciones demagogas sobre los móviles que inspiran una discrepancia sonora. Se olvidaron de Tacoronte, un ejemplo cercano en el espacio y en el tiempo para entender que el pueblo empieza a estar harto de la desinformación, del oscurantismo y del escaso margen que se les concede para la participación (En la localidad norteña, por cierto, se dice que un Plan General sacó a un socialista de la alcaldía y ahora otro Plan hará lo mismo con quien la ocupa actualmente).


Menospreciaron también lo relativamente sencillo que hoy en día resulta agitar socialmente, acaso confiados en la secular pasividad, en el espíritu resignado y acrítico de los canarios y de los santacruceros, en concreto. Algo se mueve cuando cientos de ciudadanos de toda condición social, en plena jornada laboral, exteriorizaron su malestar desafiando algún despliegue mediático favorable de última hora y hasta el recurso de los apoyos vecinales que empieza, por lo que se ha visto, a devenir gastado o insuficiente.

A los gobernantes, a los promotores del planeamiento, la asignatura empieza a dolerles en las partes no previstas, como tener que informar y explicar de forma convincente y persuasiva, que no hay filosofía especulativa, que no van a salir ganando los de siempre y que hay vida “fuera de ordenación” (que se lo pregunten a los damnificados del edificio ‘Iders’, del Puerto de la Cruz, veinte años sin saber qué va a pasar con su propiedad).

Cabe apelar, en todo caso, al civismo y a la cordura de las partes. Las prepotencias caen por sí solas, ya están muy señaladas. Y hasta una cura de humildad no vendría mal para quienes han ejercido el poder de forma hegemónica desde el advenimiento de la democracia, para quienes deben ser conscientes de que esto va en serio y de que, a partir de ahora, nada será igual. Como las algaradas tampoco son buenas pues nunca se sabe qué derivadas pueden tomar.

Además, por fortuna, hay múltiples formas de luchar y defender causas sin necesidad de conducirse agresiva y violentamente. Sería otra forma de demostrar la madurez. Y que algo se mueve, algo está cambiando en la sociedad acrítica que hasta ahora todo condescendía. Señal de salud democrática.

sábado, 2 de enero de 2010

DESOLACION EN EL MISMO CENTRO

Primera entrada del año, primeras impresiones de un 2010 del que se espera, cuando menos, una cierta generosidad para superar obstáculos y reveses. Salud y suerte para todos.
Ejemplo: a la Nochevieja portuense le faltaba algo. La profusa iluminación de la ciudad tenía un contrapunto de oscuridad precisamente allí, en el mismo centro, allí donde convergen nativos y visitantes, pensamientos y sensibilidades, citas y desencuentros.

Plaza del Charco, cafetería-bar ‘Dinámico’, un nombre que es un clásico, que es historia en la vida cotidiana de la ciudad. Pero la dinámica -si se permite el retruécano- era negativa desde hacía varios días y el establecimiento permanecía cerrado. Por la noche, a oscuras, el aspecto era desolador.

Un conflicto laboral es determinante de aquella situación tan visible, por lo céntrico del lugar, por la confluencia del paso de cientos y miles de personas. Muchas, algo extrañadas e ignorantes, se detenían y preguntaban. Los trabajadores resisten como pueden. Colocan carteles y banderas sindicalistas, se concentran desde primeras horas de la mañana hasta que cae la noche. Hablan, saludan, explican, lloran… se relevan, matan las horas, aguardan. Quieren cobrar salarios adeudados. Sus representantes negocian, con la empresa, con el gobierno local, hasta el momento sin fruto. Es una obviedad aplastante señalar que la crisis se ceba con ellos.

Y así, el Puerto, siempre el Puerto, anduvo triste, oscuro, apagado en los alrededores de las mayores concentraciones festivas populares para despedir 2009 y recibir al nuevo año. A la falta de luz se unía el mobiliario recogido y una cinta blanquirroja que alguien acertó a colocar en postes y palmeras para impedir el paso al recinto. Lo dicho: un aspecto desolador, muy similar, por cierto, al que siguió cuando finalizó la anterior concesión, allá mediados los años ochenta del pasado siglo. Un aire fantasmagórico envolvió la Nochevieja portuense, al menos en un lugar tan céntrico y transitado.

Sin luz, sin ambiente, sin movimiento, sin consumidores… Esa era la realidad que condicionaba la noche y la madrugada de un Puerto de la Cruz que necesita de espacios públicos frecuentados, de calles animadas que reflejen el ir y venir de gentes que disfrutan y conviven, que curiosean y departen en un clima que agradecen.


Es curioso: cuando la reapertura del ‘Dinámico’, tras la finalización de las obras de remodelación de la plaza, algunos empresarios casi se lanzaron a degüello y criticaron abiertamente la teórica posición de ventaja con que quedaba la cafetería-bar frente a los establecimientos de los alrededores. Estos, no sólo han seguido funcionando y creciendo -especialmente con la ocupación de la vía pública- sino que tales circunstancias dan pie a que la gente pregunte cómo es posible que estén a tope durante muchas horas mientras el del centro ande con tantas dificultades que han terminado desembocando en un paro laboral. Por supuesto, de aquellos empresarios tan ‘sensibles’ nunca más se supo y en esta hora complicada, menos.

La huelga se prolonga, salvo que las negociaciones que se reanudan el próximo lunes fructifiquen en un acuerdo que ojalá no sea para alargar la agonía sino para proporcionar una cierta estabilidad que dependerá mucho de la voluntad política, de los términos de cumplimiento del pliego de condiciones cuando fue aprobada la concesión administrativa y de una fórmula que clarifique el futuro.

A nadie le interesa que el centro de la ciudad ofrezca esa realidad de empresarios a los que cuesta afrontar sus obligaciones, de trabajadores al borde de la desesperación pendientes de una luz en plena incertidumbre económico-laboral y de un espacio público tan visible abandonado a su suerte.

Es otra estampa del Puerto decadente que hay que levantar.